Galería Alegría presenta "Cut Out Paintings", la nueva muestra de Enrico Della Torre (Trádate, 1988). En ella, el artista italiano amplía su investigación sobre los límites de la pintura introduciendo nuevos elementos en su lenguaje y poniendo en cuestión su propia dinámica de trabajo.

Como sucedía en exposiciones anteriores, las telas de Della Torre examinan el límite y potencial del espacio pictórico y los elementos presentes y latentes en el cuadro. Su estilo órbita alrededor de un posible grado cero de la pintura, y explora la relación entre gesto y estructura, explorando la dialéctica entre expresivas líneas caligráficas y planos de grafito negro casi minimalistas.

Sin embargo, los trabajos reunidos en esta ocasión, amplían los registros compositivos del artista al incorporar fragmentos de telas descartadas e inacabadas a lo largo de los últimos dos años. Al ser manipulados, cosidos y yuxtapuestos, estos restos y descartes abren nuevas posibilidades de desarrollo en la obra más reciente del artista. Sus diferentes capas crean nuevos espacios compositivos, arrojan luces y matizan sombras que enriquecen el lenguaje de Della Torre. En este proceso de arqueología de taller, es el propio pintor el que se pone en cuestión dejando que la ironía, el juego y la autocrítica formen parte activa del proceso de creación.

En "Cut Out Pantings" vemos, por tanto, cómo las amplias superficies abstractas ceden ante formas orgánicas; cómo aparecen nuevos trazos, distintas siluetas, y se alumbra un sorprendente vocabulario estético que acoge con naturalidad accidentes y residuos. Son piezas que hacen preguntarse al espectador cuáles son los elementos que deben conformar una obra de arte, cuales son los límites del lenguaje pictórico y qué sucede cuándo éste, reducido a sus elementos mínimos, se ve sometido a un proceso de recorte, combinación y reciclaje.

Enrico Della Torre sigue así un camino muy personal en el que el respeto por los elementos pictóricos esenciales convive, de manera natural, con el cuestionamiento de los discursos establecidos y con la reflexión, sin complejos, sobre cuál debe ser el modus operandi de una pintura verdaderamente contemporánea.